Anoche tuvo lugar el esperado concierto del grupo Masconatos Clandestinos. Como suele ser habitual en todo lo que tiene que ver con la marca Masconatos o Círculo Masconato, el grupo Masconatos Clandestinos actuó en el Cine Madariaga de San Fernando. Las entradas se habían agotado dos días antes, y muchos aficionados se quedaron en la calle. Como suele ser común, se volvieron a registrar llamadas en la centralita de la organización quejándose porque los GPS no encontraban la ubicación de destino. Debido a esta circunstancia se vieron algunos huecos en las gradas del público. Y es que muchos aficionados siguen sin actualizar sus mecanismos GPS, por lo que la empresa organizadora no se siente responsable. Volviendo a lo que interesa, el grupo fue aclamado tras cada uno de los temas que ofreció. Dichos temas consistieron en un repaso por el musical Godspell, algunos clásicos pop-rock y algún que otro tema racial hispano como fin de fiesta. Al final, y ya totalmente desbocado el público, los músicos tuvieron que salir protegidos por las fuerzas de seguridad de la organización, ya que al grito de ¡A por ellos!, los aficionados asaltaron el escenario para abrazar, besar o , incluso, conseguir alguna muestra de la indumentaria que lucían los músicos (concretamente al músico Batur One le arrebataron su peluca y su floreado jersey de cuello de cisne). "Son casi salvajes, pero que bien me lo he pasado", declaró ya en el camerino. Las chicas tuvieron más suerte y sólo perdieron los zapatos en la carrera que emprendieron hacia la zona de seguridad. Como dijo Little Palm, "corro mejor descalza". Aprovechamos para felicitar a estos músicos, que han pasado a engrosar el universo masconato.
Extraño suceso.- En el tumulto, la policía tuvo que retener a una persona, al parecer, obsesionada con el grupo y una de las cantantes (Little Palm). Según dicen, quería entrar en el mismo autobús que utiliza el grupo. Desconocemos su identidad, aunque sí sabemos su apodo (es conocido en ambientes alternativos como Fali Cuantero). Un amigo, tanto del detenido como del grupo, Tirado Johnny, algo avergonzado, pagó su fianza.
Los componentes de Masconatos Clandestinos
Por amabilidad de su representante y componente del grupo, Batur One, hemos podido conocer a los músicos y conversar con ellos. Fue un rato delicioso durante el que pudimos confirmar sus dotes y su simpatía. El resultado es el siguiente dossier, que recoge las características personales de cada miembro.
House Verejan.- Viejo conocido de nuestros lectores (ver diversas entradas del blog), nos recibió mientras limpiaba y enlucía su guitarra, antes de guardarla en su funda. "Este ritual es algo que nunca me salto. La guitarra tiene que estar siempre a punto. Con esto soy inflexible. No soy de esos que la dejan de cualquier forma en cualquier sitio. He visto quien la deja en el maletero del coche junto a otros trastos o junto a un saco de arena. Conmigo no va eso". Preguntado por su pertenencia al grupo, nos dijo: "Me llamó el liante de Angel Hill para decirme que tenía un supergrupo preparado y que yo formara parte de él; que me pagaría mucho y que era una gran oportunidad para poder disfrazarme, que es lo que más me gusta. No lo dudé y aquí estoy. No he visto todavía ni un leuro, pero el disfraz me queda de categoría".
Raphael Meriner.- Virtuoso guitarrista de afinados y hábiles dedos. Ha recorrido más mundo que el Capitán Tan y pertenecido a conjuntos de música hawaiana tocando el ukelele. "Aprendí el ukelele con gran dificultad porque me desconcentraba con tanta faldita meneándose. A la larga me vino bien, sin duda, ya que aprendí a tocar el ukelele con una sola mano, mientras que con la otra me liaba un cigarrillo". En cuanto al grupo, manifiesta Raphael: "A mí me recomendó Verejan. Me dijo que no era tan importante cómo tocara la guitarra sino que eligiera el disfraz adecuado. Lógicamente acepté entusiasmado y aquí estoy".
Christine Blondie.- Vocalista especializada en música francesa y dotada percusionista. Ha pertenecido a grupos como Amigos de la Salpetriere o Skinner Boys. "Cuando me llamó Angel Hill me alegré bastante, porque hacía años que no hablábamos, desde que coincidimos en el espectáculo La perrera de Pavlov, donde tocábamos la campana. Me habló del presente proyecto y no lo dudé. Con los años he ido cambiado la campana por otros instrumentos, pero los aficionados siguen babeando igual. En este grupo canto y toco percusión varia. El disfraz me queda perfecto".
Little Palm.- Compositora flamenca especializada en cante de las minas. Recuperada para el grupo tras una etapa oscura donde se dedicó a perfeccionar sus dotes culinarias. Ultimo curso realizado: La atención en la cocina. A pesar de su resistencia inicial no pudo negarse a integrarse en el grupo, entre otras cosas para bautizarlo con tan acertada denominación. No sólo canta sino que, además, conduce la camioneta que lleva a los músicos de un lugar a otro. Al perfeccionar sus ensaladas ha logrado que los músicos dejen un tanto de lado otras sustancias dañinas para las cuerdas vocales.
Batur One.- Uno de los tocahuevos oficiales del grupo, amén de vocalista y representante del mismo. Se encarga de las galas y la intendencia. Su pasado como empresario de clubes de alterne y antiguo diseñador de moda le ha facilitado abrirse un hueco irreemplazable en el grupo. Diseña los trajes y los disfraces, se encarga de la dirección artística y de las relaciones públicas; a esto último le ayuda su afición a extraños brebajes a los que invita a los incautos. "Nada como el cuello de cisne", recuerda constantemente. Un tipo imprescindible.
Fandango Patango.- Admirable con el triángulo, con las voces bajas y con las letras evocadoras. Su procedencia argentina se advierte al instante al conservar aún el deje porteño con el que te aborda. Incisivo con el triángulo y obsesionado con este instrumento al que se aficionó desde sus tiempos en los que se empeñaba en demostrar la inutilidad del teorema de Pitágoras: "Hipotenusa nunca existió. Lo de los catetos sí es cierto, pero lo de Hipotenusa, no". Con respecto a su integración en el grupo: "Me llamó el liante de Ángel Hill para prometerme un triángulo equilátero. Son los más lógicos. Acepté de inmediato."
Enma Best.- Vocalista y bailarina impetuosa. Se atreve con cualquier estilo aunque prefiere la ópera italiana: "Me encantan esos tipos gordos acuchillándose unos a otros". Combina el rock cristiano con el pop nacional más racial, baila con el pelo alborotado y es adicta a Torrebruno: "un incomprendido". Hay que sacarla siempre a la fuerza del estudio de grabación, ya que su pasión por el arte la lleva a olvidar otras obligaciones. A veces se lleva el pijama al estudio, sin acordarse que no hay ni cama ni sofá: "puedo dormir de pie si hace falta". Un caso excesivo, como pueden comprobar.
Celine War.- Todoterreno de la música. Empezó cantando villancicos de forma permanente, hasta que un día de agosto cayó en la cuenta de lo inapropiados que resultaban en verano. Frustrada por ello, enseguida encontró fuerzas para encaminar su talento natural hacia otros derroteros musicales. Así pasó por distintas épocas (canción rusa, canción tirolesa, canción tibetana...) hasta que se acomodó en el jiti jiti del nuevo flamenco o flamenquito. Convertida y convencida por los ritmos de Ketama, no ha dudado en participar en este nuevo proyecto Masconatos Clandestinos, habiendo tenido que jurar ante Angel Hill que nunca propondría ritmos caribeños ni brasileños para el grupo. "Lo que más me gusta es lo cerca que me queda el estudio de grabación", ha manifestado en reiteradas ocasiones.
Martina Contxita.- Profunda voz de soul y blues. Protagonista absoluta de varios números del espectáculo, fundamentalmente de los basados en el vodevil. Preocupada por la longitud del cable de los micros, no dejará de quejarse hasta que el grupo consiga inalámbricos. "A mí lo que más me gusta es coger carrerilla y lanzarme por encima del público". Ha declarado ser seguidora de la música de Noruega Norte, donde tiene una parcela más allá del círculo polar. No es raro verla entonando el tema Juanito, el esquimal pues manifiesta: "me trae grandes recuerdos".
Linda Manolenta.- Antigua guitarrista y vocalista. Tuvo que dejar la guitarra al encontrar su afición definitiva: la okupación de ascensores. En efecto, estuvo viviendo en una plataforma elevadora durante años, antes de ser recuperada de nuevo para el arte. "Los vecinos son muy molestos, y entraban hasta en momentos de intimidad". Con estos antecedentes es comprensible que en el grupo suba y baje de tono a cada momento "porque, lo que es la voz, no la perdí en ningún momento". Cuando fue contactada por Angel Hill, al principio creía que se iba a encargar tan sólo de pasar lista, pero, finalmente, ha tenido que retomar sus gorgoritos.
Joseph Baez.- Primo segundo de Joan Baez, la conocida artista folk. Poseedor de una gran voz que domina el escenario desde cualquier punto, ha participado en el pasado en musicales tales como La Pandeirada, o, más recientemente, Albariño, te quiero. Talento organizador, no se ha conformado sólo con dirigir la coreografía del grupo, sino que, además, colabora con Batur One fabricando brebajes insólitos. "¿Quién quiere vino?" es su grito de guerra. Pertenece, además, a un coro del ejército ruso.
Angel Hill.- Provocador y sieso artista del Círculo Masconato e integrante de Los Masconatos (ver diferentes entradas de este blog).
Los masconatos clandestinos con sus compañeros de COU del Liceo
