Clint Walker ha muerto hace dos días, a la edad de noventa años. La generación masconata más antigua lo recordará como el protagonista de la serie de Tv CHEYENNE, que nos deleitó en nuestra primera infancia. Fue, si no la primera, de las primeras series del Oeste que pudimos ver en aquella televisión en blanco y negro, anterior a otras también afamadas como BONANZA o EL VIRGINIANO, que llegaron después. Hubo otras series como GUNSMOKE (denominada La ley del revolver en España), contemporáneas a CHEYENNE pero que llegaron a nuestra televisión bastantes años después.
Muchos de los chicos (y chicas) de aquellos años jugábamos imitando a los pistoleros, a los indios o a los soldados de caballería que veíamos en las sesiones de tarde o ya entrada la noche. Clint Walker-Cheyenne contribuyó a formar parte del imaginario infantil de aventura y riesgo que acompañó a nuestro ocio, por lo que merece un recuerdo ahora.
Mi amigo José Luis, algo confuso y sin terminar de recordar del todo la serie, me preguntó si el protagonista llevaba un caballo blanco y negro. Verás, José Luis -le respondí-, lo cierto es que todo en la serie era en blanco y negro.
Si pulsas veras un enlace interesante sobre la serie
Mi amigo José Luis, algo confuso y sin terminar de recordar del todo la serie, me preguntó si el protagonista llevaba un caballo blanco y negro. Verás, José Luis -le respondí-, lo cierto es que todo en la serie era en blanco y negro.
Si pulsas veras un enlace interesante sobre la serie
