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domingo, 11 de diciembre de 2016

Galardón para un Masconato


Acaba de recibir el premio al mejor cantante rock del año el vocalista del Círculo Masconato, Danny Boy. Este premio no es más que el reconocimiento oficial por parte de la crítica especializada a un fenómeno que ya había sido constatado tanto por los músicos del circuito como por los numerosos fans y amigos del Círculo. Danny Boy, al contrario que otros, sí ha asistido a la entrega de tan emblemático premio. Danny empezó su carrera musical en el coro del Colegio La Salle de San Fernando, donde a muy temprana edad ya destacaba por su potente voz. Curiosamente, fue reprendido más de una vez porque cuando el coro actuaba en las comuniones, él cambiaba de registro y empezaba a moverse como si de un coro godspell se tratara, a la vez que cambiaba la letra y emitía proclamas a favor de Björn Borg. En la década de los noventa sufrió una extraña crisis que le condujo a explorar el canto tirolés. Finalmente lo dejó porque no se encontraba a gusto vestido como el tío Aquiles. Tras ello, intentó hacerse guitarrista, pero no prosperó por su insistencia en coger la guitarra una veces por delante y otras por atrás, abriendo camino a una extraña técnica guitarrera ("Primero, arpegio; y después, remato de revés", solía comentar para justificarse). Fue ya entrado este siglo cuando entra a formar parte del Círculo Masconato para consagrase como vocalista. A ello le ha ayudado su habilidad para cocinar las mejores tortillas de patatas, lo que llamó la atención de Bruce Springsteen, que fue quien lo recomendó al Círculo.